Cientos de vecinos de Albatera y de otros puntos de la Vega Baja se concentraron ayer en la plaza del Ayuntamiento para mostrar su rechazo a la posible construcción de un macrovertedero en el paraje de El Cocón, emplazado en la sierra municipal.

Aunque la convocatoria no estaba prevista y sólo se habían citado representantes de algunos colectivos para organizar las acciones en contra de la planta de basuras, como una recogida de firmas, el boca a boca y, sobre todo, las redes sociales, hicieron que numerosos vecinos y vecinas se acercaran a la plaza.

La espontánea asamblea sirvió a muchos de los asistentes para resolver sus dudas respecto al proyecto y conocer la opinión de geólogos o ecologistas sobre los posibles perjuicios que su construcción causaría al municipio. Hasta el lugar llegaron miembros de colectivos culturales y sociales de la localidad, así como representantes del PSOE, Coalición Valenciana y UPyD. No asistió sin embargo ni el alcalde, Federico Berná (PP), ni ningún otro edil del equipo de gobierno.

En poco más de tres días este movimiento ciudadano ha recogido más de 2.200 firmas contra el vertedero que entregarán el miércoles a la presidenta de la Diputación y del Consorcio de Residuos de la Zona XVII, Luisa Pastor, junto al vídeo que han grabado 200 vecinos en el que argumentan por qué rechazan que se construya el macrovertedero en su sierra.

Compromís insta a que se aclare el Brugal

La diputada de Compromís en las Corts Mireia Mollà ha manifestado este domingo el rechazo de su grupo a la instalación del macrovertedero de la Vega Baja en Albatera, ya que «la adjudicación de este servicio está siendo investigada por presuntas irregularidades en el marco del caso Brugal y su puesta en marcha tendría graves consecuencias sobre zonas de alto valor ambiental».

En un comunicado, Mollà ha defendido que el Consorcio «no puede permitir la construcción de esta planta de basuras hasta que no se resuelva el caso Brugal, en el que se trata de resolver precisamente si la adjudicación del contrato, que recayó sobre la UTE Cespa-Ortiz, fue amañada».

Además, ha resaltado, «existen irregularidades en el propio proyecto presentado por la UTE relativas a la propiedad de los terrenos donde se ubicaría el vertedero y deficiencias en las autorizaciones ambientales», por lo que «no se garantiza que sea viable emplazar esta planta de residuos en la sierra de Albatera».

A su juicio, «el problema es que el Consell apueste por macrovertederos, de los que sólo se favorecen unas pocas empresas, en lugar aumentar el reciclaje y la recuperación de residuos».

Así, la dirigente ha subrayado la necesidad de replantear el plan zonal XVII con plantas de tratamiento que generen un bajo impacto medioambiental y que repercutan lo menos posible a la ciudadanía.

Fuente: Información